El Islam reconoce que el deseo sexual de todo ser humano debe ser satisfecho. Considera esta satisfacción un asunto digno de admiración, siempre y cuando sea realizado dentro de los límites de la Shari’ah. No es desdeñoso satisfacer este deseo, ni debe ser algo descuidado. Allah I dice:
[ Fue arraigado en el corazón de los hombres la inclinación por los placeres: las mujeres, los hijos, la acumulación de riquezas en oro y plata, los caballos de raza, los rebaños y los campos de cultivo. Ese es el goce de la vida mundanal, pero Allah les tiene reservado algo más bello. ] (3:14)