La posición de la mujer en la sociedad ha sido a menudo objeto de mucho debate. La posición del islam con respecto al tema ha sido presentada al lector occidental con poca objetividad. Este documento tiene como objetivo proporcionar una explicación breve y precisa de la postura islámica, basándose en las fuentes auténticas del Corán (la revelación final de Dios) y Hadith (dichos, acciones y aprobaciones del Profeta Muhammad) (Paz y bendiciones sean con él)
El artículo comienza con una breve explicación sobre la posición de la mujer en las sociedades preislámicas. Luego, se enfoca en algunas preguntas importantes: ¿qué enseña el islam con respecto a la posición de la mujer en la sociedad? ¿En qué se diferencia o se parece esta posición a la posición de las mujeres en la época en que se reveló el islam? Finalmente, ¿cómo se compara esto con los derechos adquiridos por las mujeres en las últimas décadas?
(II) Perspectivas históricas
Para poder evaluar si el islam hizo alguna contribución notable a la restauración de los derechos de la mujer, vamos a revisar brevemente cómo se trataba a las mujeres en las religiones y culturas anteriores, especialmente en aquellas que precedieron al Islam. (Antes del 610 E.C.) (1)
Mujeres en la civilización antigua
Al describir la situación de las mujeres indias, la Enciclopedia Británica dice: “En la India, la sujeción era un principio cardinal. Día y noche, las mujeres deben ser mantenidas por sus protectores en un estado de dependencia, dice Mann. La herencia era agnaticia, es decir, era derecho de los hombres, excluyendo a las mujeres.” (1)
Según las escrituras hindúes, una buena esposa se describe como “... una mujer cuya mente, cuerpo y habla se mantienen en sujeción; adquiere gran renombre en este mundo y, en el siguiente día, conserva la misma morada que su esposo”.(2)
En Atenas, las mujeres no tenían mejor estatus que las mujeres indias o romanas: "Las mujeres atenienses siempre fueron menores, sujetas a algún hombre, ya sea su padre, su hermano o a algún pariente masculino." (3)
1 The Encyclopedia Brittanica, 11th ed., 1911. Vol 28, p. 782.
2 In Mace, David & Vera, Marriage East & West, Dolphin Books, Doubleday & Co Inc, NY 1960
3 Allen EA. History of Civilization, Vol 3, p.444
Además, una mujer griega no tenía derecho a opinar sobre su matrimonio, ya que: "... estaba obligada a someterse a los deseos de su padre que escogía un esposo para ella sin tomar en cuenta su opinión, y era obligada a casarse con él. (4)
Un historiador afirma también que una esposa romana es: “...un niño, un menor, bajo tutela, una persona que es incapaz de hacer un acto o disponer de cualquier cosa bajo su libertad individual, siendo considerada como una persona bajo tutela. y específicamente bajo la tutela constante de su marido” (5)
La Enciclopedia Británica resume el estatus legal de la mujer en la civilización romana en lo siguiente: "En la ley romana, las mujeres eran, incluso en tiempos históricos, consideradas como completamente subordinadas. Si se casaba, ella y su propiedad pasaban al poder de su esposo... era considerada propiedad comprada de su esposo, y como una esclava, adquirida para su beneficio. La mujer no podía ejercer ningún cargo civil o público.... no podía ser testigo, fiador, tutor o curador, no podía adoptar ni ser adoptada.” (6)
Volviendo al estatus de las mujeres escandinavas, “...estaban bajo tutela perpetua, casadas o solteras. Recién en el Código de Cristián V, a fines del siglo XVII, se dispuso que, si una mujer se casaba sin el consentimiento de su tutor, él podía tener, si lo deseaba, la administración y usurpación de sus bienes durante su vida. (7)
De acuerdo con el Código Civil inglés, los derechos de la mujer fueron igualmente suprimidos: "... todos los bienes inmuebles que la esposa tenía al momento del matrimonio se convierten en posesión de su marido. El esposo tenía derecho a la renta de la tierra y a cualquier ganancia que pudiera hacerse de esta. Con el paso del tiempo, los tribunales ingleses idearon medios para evitar que el marido transfiriera los bienes inmuebles sin el consentimiento de su esposa, pero aún conservaba el derecho a administrarlo y recibir el dinero que genere ingresos de él. En cuanto a la propiedad personal de la esposa, la autoridad del marido sobre ella era completa y tenía derecho a gastarla como mejor le pareciera. (8)
Recién a fines del siglo XIX la situación comenzó a mejorar: "A través de una serie de leyes que comenzaron con la Ley de propiedad de la mujer casada en 1870, y enmendada en 1882 y 1887, la mujer casada obtuvo el derecho a poseer propiedades y firmar contratos,
8 Encyclopedia Americana International (edition) Vol 29, p.108
al igual que las mujeres solteras, viudas y divorciadas. (9)
También a finales del siglo XIX, una autoridad en derecho antiguo, Sr. Henry Maine, escribió: “Ninguna sociedad que conserve algún tinte de instituciones cristianas es probable que regrese a las mujeres casadas la libertad personal que les confería el derecho romano medio. (10)
Antes de pasar a las enseñanzas coránicas sobre la posición de la mujer, algunas enseñanzas bíblicas pueden arrojar más luz sobre el tema y, por lo tanto, brindarnos una mejor base para hacer una evaluación imparcial.
Según la Ley mosaica, la esposa estaba ‘prometida’. La Enciclopedia Bíblica explica este concepto en lo siguiente: “Que un hombre haga a una chica su prometida, es adquirir posesión de ella mediante un pago ; la prometida es la chica que recibió el pago de la compra.” Desde el punto de vista legal, el consentimiento de la niña no era necesario para la validación del matrimonio: “El consentimiento de la niña es innecesario y su necesidad no se sugiere en ninguna parte de la Ley” (11)
Con respecto al derecho al divorcio, la Enciclopedia Bíblica afirma que: “La mujer pertenece al hombre, y únicamente el hombre tiene derecho al divorcio. (12) Por lo tanto, el derecho al divorcio era exclusivo del hombre: “En la ley mosaica, el divorcio era privilegio del marido solamente...” (13)
Parece que la posición de la Iglesia, hasta los últimos siglos, estuvo influida tanto por la Ley Mosaica como por la corriente de pensamiento imperante en la actualidad. En su libro Marriage Between East and West, David y Vera mace mencionan en detalle lo siguiente: (14)
Nadie debería suponer, tampoco, que nuestra herencia cristiana está desprovista de disposiciones tan irrespetuosas para las mujeres. Sería difícil encontrar en cualquier lugar varias referencias despectivas al sexo femenino que las que hicieron los primeros Padres de la Iglesia.
Lecky dijo: "La mujer fue representada como la puerta al infierno, como la madre de todos los males humanos”. Una mujer en ese tiempo debería sentir vergüenza de la mera idea de
9 The Encyclopedia Brittanica, 1968, Vol 23, p.624
10 Quoted in Mace, Marriage East & West, op.cit p.81
11 Encyclopedia Biblica, 1902, Vol 3, p.2942
12 Ibid, p. 2947
13 The Encyclopedia Brittanica, 11th ed, op. cit, p.782
cabe señalar que estas interpretaciones no corresponden a la visión del Islam acerca de estos libros sagrados, ya que los musulmanes creen que han sido distorsionados del texto original.
14 Mace, Marriage East & West, op.cit, p.80 - 81
ser mujer. Debe vivir de tal manera que ofrezca penitencia continua por las maldiciones queha traído al mundo... Debe avergonzarse especialmente de su belleza, porque es el instrumento más poderoso de Satanás.
Uno de los más mordaces de estos ataques a la mujer es el de Tertuliano: “¿Sabéis que cada una de vosotras sois una Eva? La sentencia de Dios sobre este sexo tuyo vive en esta época; la culpa necesariamente debe vivir también. Vosotros sois la puerta del diablo; tú eres el que abre el sello de ese árbol prohibido; sois los primeros desertores de la ley divina; tú eres la que persuade a aquel a quien el diablo no tuvo el valor de atacar.
(III) La mujer en el Islam
En medio de la oscuridad que envolvía al mundo preislámico, la revelación Divina resonó en los vastos desiertos de Arabia con un mensaje sublime y lleno de gracia para toda la humanidad: “¡Oh, seres humanos! Tengan temor de su Señor, Quien los ha creado de un solo ser, del que creó a su cónyuge e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. … “Corán (4:1)
Un escolar. reflexionando sobre este versículo. explicó: “Se cree que no hay ningún texto, antiguo o nuevo, que trate de la humanidad de la mujer, en todos sus aspectos, con tan asombrosa brevedad, elocuencia, profundidad y originalidad como este decreto divino”. (15)
Haciendo hincapié en esta concepción noble y natural, Allah Alabado sea dice:
“Él es Quien los creó a partir de un solo ser, del cual hizo surgir a su cónyuge para que encontrara en ella sosiego...” (Corán 7:189)
“Es el Originador de los cielos y de la Tierra. Creó cónyuges de entre ustedes mismos [para que encuentren sosiego], y a los rebaños también los creó en parejas, y así es como se multiplican. No hay nada ni nadie semejante a Dios, y Él todo lo oye, todo lo ve. (Corán 42:11)
“Dios les ha creado cónyuges de su misma naturaleza, y luego les concede hijos y luego nietos. Dios les ha proveído todo lo bueno y beneficioso. ¿Acaso creen en las falsedades y reniegan de la gracia de Dios?” (Corán: 16:72)
15 El-Khouly, Al-Bahiy, “Min Usus Kadiyat Almar’ah”, Al-Waa’y
Por ejemplo, no fue hasta 1938 que las mujeres podían firmar contratos en la ley francesa, y las mujeres francesas tenían que obtener el consentimiento de sus maridos antes de disponer de sus bienes.Ver ejemplo AI-Sibaa'i, op.cit, p31 - 37.
Profundicemos un poco más en el último Libro de Dios para ver lo que revela sobre la posición de la mujer, particularmente en los aspectos espiritual, social, económico y político.
1- El aspecto espiritual
El Corán proporciona una evidencia hermosa e inconfundible de que la mujer es completamente igual a un hombre ante los ojos de Dios. Allah dice: “Dios les tiene reservado Su perdón y una gran recompensa a los musulmanes y las musulmanas, a los creyentes y las creyentes, a los piadosos y las piadosas, a los justos y las justas, a los pacientes y las pacientes, a los humildes y las humildes, a los que hacen caridades y a las que hacen caridades, a los que ayunan y las que ayunan, a los pudorosos y las pudorosas, a los que recuerdan frecuentemente a Dios y a las que recuerdan frecuentemente a Dios.” (Corán 33:35)
“Su Señor les respondió sus súplicas diciendo: "No dejaré de recompensar ninguna de sus obras, sean hombres o mujeres, descienden el uno del otro.“(Corán 3:195).
Según el Sagrado Corán, la mujer no tiene la culpa de la desobediencia de Adán (la paz sea con él) Ya que ambos son considerados desobedientes a Dios, pero ambos se han arrepentido, y ambos fueron perdonados por Dios (Sagrado Corán Surah La vaca: 36, Surah los lugares elevados 20-24)
De hecho, uno de los versículos menciona la desobediencia de Adán. “Cuando ambos comieron del árbol, advirtieron su desnudez y comenzaron a cubrirse con hojas del Paraíso. Adán desobedeció a su Señor y cometió un pecado."(Corán 20:121)
En realidad, este versículo culpa específicamente a Adán (la paz sea con él) y no a su esposa, lo que demuestra que el Islam no cree que la naturaleza de la mujer sea impura de ninguna manera.
Hay algunos hadices que indican la pureza de un musulmán (hombre y mujer). De Abu Hurairah que el Mensajero de Allah paz y bendiciones sean con él dijo: “el creyente no impurifica”. (Sahih Al bujari)
Con respecto a sus obligaciones religiosas, las responsabilidades de la mujer no son diferentes a las del hombre , como por ejemplo: la oración diaria, el ayuno, dar caridad, y la peregrinación,. Más bien, la mujer tiene ciertas ventajas y privilegios sobre el hombre. Por ejemplo, la mujer está exenta de hacer oraciones y ayunar durante su menstruación. También está exenta de ayunar durante el embarazo y, hasta cuarenta días después del parto. Además, si la madre está amamantando a su bebé y existe alguna amenaza para su salud o la de su bebé, entonces queda exenta de sus deberes regulares hasta que su salud lo permita.
El Islam permite que las mujeres asistan al lugar de culto, pero también tienen el privilegio de decidir si quieren hacer oraciones en la Mezquita o permanecer en la comodidad de sus hogares para hacerlo, especialmente la oración del viernes (Jum'ah). Esto refleja claramente la compasión y consideración del Islam por la mujer, consciente de que puede estar amamantando a su hijo o ejerciendo algún otro deber que puede dificultar su asistencia a la Mezquita. Además, el Islam se adapta completamente a la estructura psicológica de la mujer y toma en consideración sus cambios fisiológicos, coordinando así sus responsabilidades para complementar su naturaleza.
2- El aspecto social
en las etapas de la infancia y la adolescencia
Aunque las sociedades preislámicas aceptaban la idea del infanticidio femenino, que prevalecía entre algunas tribus árabes. El Corán prohibía este hábito y lo consideraba un crimen atroz. Dijo Allah alabado sea: “ cuando se le pregunte a las niñas que fueron enterradas vivas (8) por qué pecado las mataron,(9) “ (Corán 81: 8,9)
Y dijo alabdo sea : “Cuando se le anuncia a uno de ellos [el nacimiento de] una niña, se refleja en su rostro la aflicción y la angustia (58) por lo que se le ha anunciado, se esconde de la gente avergonzado y duda si la dejará vivir a pesar de su deshonra o la enterrará viva. ¡Qué pésimo es lo que hacen! (59) “(Corán 68 : 58,59)
La vida de cada niño se considera sagrada en el Islam, pero Allah ordena especialmente el trato amable y justo de las hijas. Escuche las palabras enjoyadas del último Profeta Muhammad (paz y bendiciones sean con él), sobre el trato de las hijas y las mujeres:
“Quien tenga una hija y no la entierre viva, no la insulte, y no favorezca a su hijo sobre ella, Dios lo hará entrar al paraíso”. (Ibn Hanbal. No. 1957)
Y dijo el mensajero paz y bendiciones sean con él “Quien cuide a dos niñas hasta que alcancen la pubertad, él y yo llegaremos así al Día de la Resurrección (y juntó dos de sus dedos en señal de unión.”
Y con respecto a la búsqueda de conocimiento, una mujer tiene los mismos derechos para obtener conocimiento que un hombre. Profeta Muhammad paz y bendiciones sean con él dijo: “La búsqueda de conocimiento es obligatoria para todo musulmán.” ( Al-bayhaqi) (el término musulmán en este hadiz hace referencia a mujeres y hombres)
Como esposa
El Corán indica que el matrimonio es una sociedad igualitaria entre el hombre y la mujer. Además de perpetuar la vida humana, el matrimonio se destaca por nuestro bienestar emocional, para brindarnos una relación amorosa y estable y para fomentar la armonía mental y espiritual entre los dos. Los hermosos componentes de un matrimonio exitoso se describen en el Corán. Allah Alabado sea dice: “Entre Sus signos está haber creado cónyuges de entre ustedes para que encuentren sosiego, y dispuso entre ustedes amor y misericordia. En ello hay signos para quienes reflexionan.” (Corán 30:21)
El Islam destaca la personalidad distintiva de una mujer y, al contraer matrimonio, tiene derecho a conservar el apellido que tenía antes del matrimonio; esto es un símbolo de su identidad única.
La mujer también tiene derecho a elegir a su cónyuge y no puede casarse sin su libre consentimiento. De Ibn Abbás que dijo: “Una muchacha virgen vino al Mensajero de Allah paz y bendiciones sean con él y mencionó que su padre la hizo casarse y no le gustaba eso. Entonces, el Mensajero de Allah paz y bendiciones sean con él le dió la opción a la muchacha de anular el matrimonio.” (ibn hanbal No.2469) Está registrado que la muchacha dijo: “En realidad acepto este matrimonio, pero quería que las mujeres supieran que los padres no tienen derecho (a forzarles un marido)”. (Ibn Mayah, No. 1874)
El Islam insta a que la esposa sea generosamente honrada y cuidada, junto con toda la legislación islámica que se debe seguir con el fin de lograr el bienestar y la protección de la esposa en el matrimonio, el Islam también otorga a las mujeres el derecho a un mahr (regalo de matrimonio). Se considera un regalo del esposo que simboliza su amor hacia su esposa (y está incluido principalmente en el contrato de matrimonio). Y la riqueza no se transfiere a los suegros de la esposa, padre o esposo, sino que se pone enteramente a disposición de la mujer.
Las reglas de la vida matrimonial en el Islam son simples y consistentes con el comportamiento natural de ambos sexos. En el matrimonio no hay competencia entre hombre y mujer, sino que el Islam construye el matrimonio sobre la compatibilidad y la complementariedad entre ellos, ya que cada uno de ellos debe tener en cuenta los intereses, sentimientos y derechos del otro. “Las madres [divorciadas] podrán amamantar a sus hijos dos años si desean completar la lactancia. El padre tiene la obligación de sustentar y vestir a la madre [de su hijo] de acuerdo a sus recursos, a nadie se le impone más allá de sus posibilidades. Que ni la madre ni el padre utilicen a su hijo para perjudicarse mutuamente. Los familiares directos heredan esta obligación. Pero no incurren en falta si ambos [el padre y la madre], de común acuerdo, y tras consultarlo entre ellos, deciden destetar [al niño]. “ (Corán 2:233).
“Ellas tienen tanto el derecho al buen trato como la obligación de tratar bien a sus maridos. Y los hombres tienen un grado superior [de responsabilidad] al de ellas; Dios es Poderoso, Sabio.” (Corán 2:228)
¡El último versículo se repite con frecuencia, pero a menudo también se malinterpreta!
El grado mencionado anteriormente se refiere exclusivamente a los varones con respecto a la obligación del marido de mantener económicamente a su esposa y la protección de la esposa. La diferencia natural entre los dos sexos se reconoce en el Islam y al sexo más fuerte físicamente se le otorga un mayor grado de responsabilidad con respecto a la protección financiera, la protección física y el liderazgo general de la familia. Pero ciertamente, esta responsabilidad no implica superioridad sobre las mujeres, eso sería completamente contrario al espíritu de justicia e igualdad en el Islam. Donde Allah Todopoderoso mencionó:
“Los hombres son responsables del cuidado de las mujeres debido a las diferencias [físicas] que Dios ha puesto entre ellos, y por su obligación de mantenerlas con sus bienes materiales.” (Corán 4:34)
Más allá de sus derechos básicos como esposas, viene el derecho enfatizado por el Corán y fuertemente recomendado por el Profeta (la paz sea con él), el de un trato amable con las mujeres y el buen cuidado de ellas.
“En lugar de eso, traten amablemente a las mujeres en la convivencia. Y si algo de ellas les llegara a disgustar [sean tolerantes], puede ser que les desagrade algo en lo que Dios ha puesto un bien para ustedes.” (Corán 4:19)
De Aisha que el Mensajero de Allah paz y bendiciones sean con él dijo:“El mejor entre vosotros es el del mejor carácter con su familia, y soy del mejor carácter con su familia” (Al-tirmizi)
De Abu Huraira que el Mensajero de Allah paz y bendiciones sean con él dijo: “Los creyentes cuyo fe es más completo son aquéllos que tienen el mejor carácter, y los mejores de vosotros son los que son mejores con sus mujeres” (Abu dawud 4682 , Al-tirmizi 1162)
“Luego pasaron las mujeres por la casa del Mensajero de Allah paz y bendiciones sean con él a quejarse de sus maridos. Dijo el Mensajero de Allah paz y bendiciones sean con él: ‘Han pasado por la casa de la familia de Muhammad muchas mujeres quejándose de que sus maridos les pegaban. Y no son esos (esposos) los mejores de entre vosotros.”
El divorcio
El Islam no solo reconoce el derecho de la mujer a decidir su pareja, sino que también le otorga el derecho a poner fin a un matrimonio fallido.
Sin embargo, para prevenir decisiones irracionales que se produzcan en medio del trauma que se pueda desarrollar, y para la estabilidad de la familia, especialmente cuando hay hijos entre los cónyuges. El Islam ordena a las dos partes que esperen un período (alrededor de tres meses) antes de decidirse por un divorcio definitivo. Esto permite que tanto el esposo como la esposa se calmen y evalúen la situación de manera racional y luego estarán en mejor estado para tomar la decisión correcta.
Si el divorcio es inevitable, Dios ordena al marido que se separe de su mujer en paz, sin mala voluntad ni malicia: “Pero si expresan la voluntad de divorcio a sus mujeres y están cerca de cumplir el plazo de espera, reconcíliense en buenos términos o sepárense con decoro. No las retengan para molestarlas y obligarlas [a que cedan parte de su derecho], pues quien obre de esa manera se condena a sí mismo. “ (Corán 2:231). (Ver también Corán 2:228 - 232)
Como madre
En el Islam, la bondad y la obediencia hacia los padres es primordial y se ordena después de la adoración a Allah, dijo Allah alabado sea: “Tu Señor ha ordenado que no adoren sino a Él y que honren a sus padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez, no sean insolentes con ellos, ni siquiera les digan: "¡Uf!" Háblenles siempre con bondad.” (Corán 17:23)
Dijo Allah alabado sea “Le he ordenado al ser humano hacer el bien a sus padres. Su madre lo lleva [en el vientre] soportando molestia tras molestia, y su destete es a los dos años. Sean agradecidos conmigo y con sus padres, pero sepan que ante Mí comparecerán al final.” (Corán 31:14) Ver también (Corán 46:15) (Corán 29:8)
Cuando la mujer se convierte en madre en el Islam, su asiento de honor y dignidad se vuelve muy especial, De Muáwiya ibn Yáhima que dijo:
“Yáhima fue al Mensajero de Allah paz y bendiciones sean con él y le dijo que quería salir al combate.Entonces el Mensajero de Allah paz y bendiciones sean con él le preguntó si tenía a su madre [con él]. Él le respondió que sí, por lo que el Mensajero de Allah paz y bendiciones sean con él le ordenó permanecer con ella dado que el Paraíso está debajo de sus pies”
(Narrado por nisaí )
De Abu Huraira que dijo:
“Un día, un hombre vino a preguntar al Profeta Muhammad paz y bendiciones sean con él:
«¿Quién tiene más derecho a ser tratado con la mejor cortesía y el mejor respeto?
El profeta paz y bendiciones sean con él dijo: «Tu madre» El hombre preguntó: «¿Y quién después?», «Tu madre», respondió otra vez el Profeta paz y bendiciones sean con él .
De nuevo el hombre preguntó: «¿Y quién sigue?».
«Tu madre», respondió una otra vez el Profeta paz y bendiciones sean con él . El hombre preguntó por cuarta vez: «¿Y quién después?». «Ahora tu padre», dijo el Profeta “(Al bujari y muslim)
3 Aspecto económico
El derecho económico de la mujer fue negado antes del Islam y continuó siendo negado en las culturas seculares posteriores, y solo se les otorgó a las mujeres hasta este siglo. Sin embargo, hace más de 14 siglos, el Islam otorgó a la mujer el derecho a la propiedad personal de bienes y riquezas. Según el Islam, se reconoce el derecho de la mujer a su dinero, bienes raíces u otros bienes y este derecho no cambia cuando se casa. Además, la mujer tiene derecho a comprar, vender, hipotecar o arrendar cualquier parte de su propiedad, en forma independiente.
Si una mujer está casada y su marido es tacaño, la mujer tiene derecho a tomar de los bienes de su marido sin su consentimiento, para satisfacer sus propios intereses y los de su familia, de manera razonable. Además, si una mujer tenía un nivel económico cómodo cuando era hija, entonces como esposa tiene derecho al mismo nivel económico cómodo si el estado económico de su esposo o permite.
Empleo
El Islam otorga a las mujeres los mismos derechos laborales que a los hombres, siempre que no se descuide su importante papel como madre y esposa porque este papel de esposa y madre es extremadamente importante e indispensable para la sociedad, ya que sin ella, la generación futura carecerá de una conciencia moral sana necesaria para el éxito y la estabilidad de cualquier individuo y sociedad.
El profesionalismo, el trabajo arduo y el amor por el compromiso se encuentran entre las habilidades naturales que una mujer aporta como madre. Sin embargo, una mujer musulmana es libre de trabajar si lo desea, y siempre que obtenga el consentimiento de su esposo si se casa.
Y La historia es el mejor testimonio de la contribución de la mujer musulmana a la civilización en diversas profesiones como la docencia, la medicina y otros campos.
Herencia
¡El Islam le da a la mujer el derecho de herencia, mientras que en algunas culturas, las mujeres eran consideradas objetos para ser heredados! A la mujer se le asigna una parte de la herencia y esta es suya para retenerla y administrarla; nadie puede reclamarla, ni siquiera su padre o su esposo.
“A los varones les corresponde un porcentaje de la herencia que dejen los padres y parientes más cercanos, y a las mujeres otro porcentaje de lo que los padres y parientes más cercanos dejen. Fuere poco o mucho, les corresponde [por derecho] un porcentaje determinado de la herencia.” (Corán 4:7)
Hay más de treinta casos en los que una mujer recibe lo mismo que un hombre, o más que él, o ella hereda mientras que el hombre no hereda, mientras que hay cuatro casos específicos en los que una mujer hereda la mitad de un hombre.
Esto es debido a las diferencias en las responsabilidades financieras que enfrentan hombres y mujeres. Dado que el hombre es completamente responsable del mantenimiento de su esposa, hijos e incluso, en algunos casos, de sus parientes necesitados, y esta responsabilidad no se renuncia ni se reduce debido a la riqueza de su esposa, el Islam a veces ha asignado una mayor parte a los hombres.
Ya que a la mujer, según la legislación divina, no se le cae ninguna responsabilidad económica hacia su familia, y su padre, hermano o marido son los que deben ser responsables de mantenerla, según el caso.
4 El aspecto político
Un estudio objetivo de la historia islámica mostrará evidencia de los derechos políticos de la mujer en el Islam. Las mujeres siempre han tenido los mismos derechos que los hombres, de elección, nominación a cargos políticos y derecho a participar en todos los asuntos públicos. Tanto en el Corán como a lo largo de la historia islámica, encontramos ejemplos de mujeres que participan activamente en debates serios, incluso con el mismo Profeta (la paz sea con él) (ver Corán 58:1 y 60:10 - 12). Durante el Califato de Omar Ibn al-Khattab, una mujer dió la razón en un argumento ante el cual el líder, con humildad, declaró ante una audiencia: “La mujer tiene razón y Omar está equivocado”. Esto fue, por supuesto, en beneficio de la mujer.
Conclusión:
Una breve mirada a los derechos de la mujer en el Islam nos revela el respeto, la dignidad, la pureza y la alegría atribuidos a las mujeres bajo la guía de Allah, el omnisciente, el perfectamente sabio. Lejos de luchar en campañas agresivas por el mero reconocimiento de su existencia, en el Islam las mujeres reciben todas las libertades, derechos y privilegios.
La alfombra de la comodidad y la dignidad se extiende bajo los pies de la mujer en el Islam y se le confían tareas importantes que adornan bellamente su naturaleza.
La mujer es considerada administradora de sí misma según la legislación islámica.
En cuanto al desempeño de sus responsabilidades, disfruta plenamente de los beneficios adicionales que ofrece su puesto, mientras que ella es la responsable de sus decisiones y deberes independientes ante Allah.
De hecho, a lo largo de la historia, la integridad, la castidad y el papel maternal de las mujeres musulmanas se han ganado la admiración incluso del observador más imparcial.
Porque sólo el Islam cubre a la mujer con el manto de la modestia y la corona con el sombrero de la pureza, brindándole la oportunidad única de contribuir cómodamente a la sociedad.
¡Cuánta Gracia y Misericordia derrama el Islam sobre la mujer! la mujer, al igual que el hombre, recibe la misma felicidad, alegría y buena vida.
“Al creyente que obre rectamente, sea varón o mujer, le concederé una vida buena y le multiplicaré la recompensa de sus buenas obras.” (Corán 16:97)